La curvatura de la córnea

14 julio 2006

Voyeur

Demetrio se lanzó de puntacabeza. El agua estaba deliciosamente tibia. Buceó satisfecho por el fondo de la piscina hasta encontrar las rejillas que indicaban la mitad del recorrido, se alegró de su capacidad pulmonar y empezó a emerger. Un torbellino de burbujas llamó su atención unos metros más adelante, de aquel remolinó surgió el blanco salvaje de un minúsculo sujetador que cubría sucintamente los pechos ingrávidos, juguetones y excitantes de la Diosa. Fue una visión instantánea, brutal. Temió perder el punto de observación y se detuvo en una pirueta submarina. Allí estaba, en medio de la marea producida por la deliciosa agitación de su cuerpo moldeado por las manos expertas de algún Dios. Cabalgaba sobre uno de esos churros de poliuterano que utilizan los zagales para aprender a nadar. El cilindro rosa la ayudaba a mantenerse a flote, danzaba en derredor de sus caderas y se deslizaba entre sus muslos.
Demetrio nadó todo lo rápido que pudo. Llegó a la orilla, giró, puso los pies contra la pared, se impulsó y braceó lento, muy lento, lentísimo. Quería aprovechar al máximo el tiempo que tenía para observarla y otear las paradisíacas profundidades que habían sido inauguradas en mitad de aquella piscina pública.
Las braguitas permitan vislumbrar la silueta abultada del bello púbico. Una fresa serigrafiada rompía el blanco y Demetrio pensó que para la estación estival hubiera sido más adecuado un melocotón, dos peras, la raja grana de una sandía o el desbordante frescor de un melón.
De nuevo la orilla, giro, impulso y braceo a cámara lenta. Ya no estaba. Se detuvo un segundo para levantar la cabeza y observar fuera del agua. Nada. La Diosa había desaparecido.
Demetrio completó su tabla natatoria y poco a poco fue olvidando el suceso para no plantearse si se había comportado como un madurito verderón o como un amante de la belleza.
Tumbó su cuerpo al sol. Vuelta y vuelta hasta sentirse seco como para ir hasta el bar a dar cuenta de un bocata de chorizo pamplonica, medio litro de cerveza y un Magnum.
La fresa de la braguita no se podía ver porque estaba oculta bajo una minifalda de faralaes con motivos militares de camuflaje. La prenda era horrible pero no había duda, era ella plantada en medio de las mesas del velador. Cabello rubio de bote, un teñido feo, descompensado, tan lejos del platino como una alpaca de paja. El sujetador del bikini era blanco roto como las paredes encaladas y descoloridas por una tormenta primaveral. Sólo la pudo ver de perfil. De la comisura de los labios sobresalía un cigarrillo escurrido, esmirriado. Un desastre de cigarro que se agitó de arriba abajo al tiempo que de su boca salía un grito cavernario más cercano al cromañon que al Olimpo. «Jessy Mery, Joshua Andrés» bramó «que os quiero ver aquí mismo. Ahora mismo o me cagó en el coño la Bernarda, en la madre que os ha pario y to lo que se menea. Jessy Mery, Joshua Andrés ques la hora de jalarse en bocata de chope»
Aquella calurosa tarde de piscina, Demetrio no merendó.

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7 Comments:

At 14 julio, 2006 12:27, Blogger Txe Peligro said...

jajaj

chope pork o chope bif

Saludos

 
At 14 julio, 2006 14:31, Blogger Javier López Clemente said...

Hola txe y bienvenido al blog.
Lo cierto es que no tengo ni idea del maravilloso mundo del "chope"
Recuerdo haber escuchado hace mucho tiempo que, tras realizar un estudio sobre los embutidos, se podía afirmar sin rubor que muchos de ellos eran productos vegetarianos. Al parecer, y si no recuerdo mal, la patata era la base de su elaboración.
Me ha gustado que empezases tu comentario con jajaj.
Saludos.

 
At 14 julio, 2006 16:54, Blogger Gubia said...

GENIALLL!!!cada día me gusta más Demetrio y sus cosillas. Un abrazo y ya sabes, nadie es perfecto!jajja. A mi me pasa también con los dioses del Olimpo, en la mayoría de los casos, están mejor calladitos en plan estatua..que mala soy!
Besos.

 
At 15 julio, 2006 07:11, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Gubia.
A mi también empieza a caerme bien Demetrio. Esperemos que siga con ganas de contar.

 
At 18 julio, 2006 19:47, Blogger Cleo said...

Qué buenas historias las de Demetrio....

Al final de los finales, no hay nada más delirante que las expectativas. Lo sigo sosteniendo.

Buen detalle ese del "Jessy Mery" y "Joshua Andrés"...yo pensaba que la profusión de bebés nacidos como "Ríchar", "Brayan", "Yonatan","Estefani","Nicol" y "Quimberli" era un tema de acá nada más. Deberías venir a darte una vuelta por nuestra popular playa de Cartagena, alguna vez.

Besos cuenteros

La Reina del Nilo.

 
At 18 julio, 2006 23:10, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Cleo.
Seguro que Demetrio está encantado de que te gusten sus historias.
Las expectativas, las ensoñaciones, algunos deseos son delirantes.
De estos nuevos nombres mi favorito, sin dudas, es Mery Kelly
¿La Cartagena española o la colombiana?

 
At 23 julio, 2006 12:13, Anonymous Anónimo said...

I find some information here.

 

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