Hueso de cereza
Hice caso a Pauline en la playa y, para aliviar este absurdo dolor, fumigué mi rodilla izquierda con litros de Reflex. Pero fue en vano. Todas las estupideces, los lamentos y las penas siguen aquí. Eso si, es cierto que algunas veces pesan lo que un hueso de cereza, pero otras, ay, ay, ay, son toneladas de carga con las que tengo que correr, trotar y caminar. Y yo, como compuso San Paco de Lucía: Sólo quiero caminar como camina el río hacia la mar, como corre la lluvia en el cristal.
Lo que pesa un hueso de cereza
"Para evitar
este absurdo dolor
Voy a fumigar,
voy a fumigar
Con litros de Reflex
todas las estupideces
Que ahora pesan,
lo que un hueso de cereza
Que ahora pesan...
Y antes de ver
que me arrugo"
y me encojo
como un jersey
Voy a anestesiar,
voy a anestesiar
con miles de ungüentos
todos estos
mis lamentos
Que ahora pesan,
lo que un hueso de cereza
Etiquetas: Relato
5 Comments:
Cuidate, yo tengo las rodillas fatal y sé lo que supone ese dolor (rotura de ligamentos cruzados,menisco..). Suerte y nada de arrugarse como un jersey, nono aguanta fresco como una lechuga!! Que te mejores.
ey, ey, ey, creo que sólo es una sobrecarga. :-)
Jajaja, perdona por meter el miedo en tu cuerpo, seguro que es solo eso, pero como lo ponías tan "quejao"...jajaja.¡Cuidate!
Cuídate, sí.
¡Qué bueno! me gusta esta especie de mimos cibernéticos. Pero no sigan así que, aunque el dolor va cediendo, seguiré con mis quejas para recoger vuestras palabritas.
Publicar un comentario
<< Home