La curvatura de la córnea

31 enero 2006

Super Power Platform Scale


La llave giró en el bombín y el ruido de la puerta de la calle me sacó de ese ligero grado de ensoñación on the sofa que me produce los programas vespertinos de freakes televisivos. Migue cerró la puerta con excesivo cuidado y atravesó el pasillo con el sigilo suficiente como para mosquearme.
— ¿Ocurre algo? — le pregunté.
Me contestó con un inaudible susurro y se encerró en el baño. No puedo precisar cuanto tiempo transcurrió hasta que me planté delante de la puerta del retrete porque había sucumbido al terrible drama de una Jenny abandonada por un Jonatan que, en realidad, estaba enamorado de una Mari Kelly que, al parecer, era un putón verbenero de mucho cuidado, todo ello convenientemente azuzado por esa referencia mediática llamada Patricia que, transformada en instigadora de los más bajos instintos, rompe niveles de audiencia a costa de abducidos como el que les escribe. Pero no crean que veo la televisión vespertina por simple ocio, no señor, lo que yo busco es la inspiración para escribir un soneto postmoderno y rompedor.
Cuando salí de la trampa catódica fui hasta el baño y abrí la puerta de sopetón. Migue estaba sentada en el suelo entre la ducha y el lavabo y, la verdad, no me daba buena espina tanto silencio, así que me acomodé sobre la tapa del inodoro y me lancé al interrogatorio.
— ¿Qué lees?
— Ahora nada.
— Ya veo. ¿Eso que llevas en la mano es un manual de instrucciones, no?
— Si, pero está en japonés.
— ¿Algún otro idioma?
— Si, además del japonés he podido descubrir el coreano, el alemán, francés, griego y no hagas el chistecito fácil. Y, déjame ver, inglés, italiano y fines.
— No me puedo creer que no vengan instrucciones en español.
— No, si venir vienen, dos hojitas de nada pero, ¿qué quieres que te diga? a mí me suenan a chino.
Fue entonces cuando la vi junto al armario del lavabo. Líneas estilizadas y de delgadísimo de grosor, un cuadrado perfecto que contenía un gran display rodeado de botones grises, el resto del espacio estaba moteado de pequeñas protuberancias metálicas sobre fondo gris plata.
— Esta cosa — pregunté, — ¿Qué tipo de cacharro es?
— No empecemos, no empecemos. No es ningún cacharro.
— Pues ya me dirás porque no acabo de… ¡Una báscula! Es una báscula
— ¡Qué bien, el chico nos ha salido listo!
— Te recuerdo que ya tenemos una báscula.
— Javi, la Super Power Platform Scale es mucho más que una báscula.
— Mira que te tengo dicho que no debe ser bueno ver tanto…
— ¡A callar! La Super Power Platform Scale no es un producto engañifa de esos que anuncian en las madrugadas televisivas. No señor, la Super Power Platform Scale es un producto revolucionario avalado por las investigaciones científicas de la University Haberdashery Oregon Scientific que, tras largos años de profundizar en el inmenso campo del mundo de las mediciones, ha condensado todo su saber en esta maravillosa Super Power Platform Scale. Porque la Super Power Platform Scale no es una simple báscula, ¡no señor!, la Super Power Platform Scale es una mini computadora fruto de los importantes estudios realizados por un equipo multidisciplinar en la estación espacial Ganímedes Skylab. La Super Power Platform Scale esta diseñada para medir tu peso de forma automática con sólo subirte a ella porque tiene la posibilidad de insertar códigos individuales de identificación personal para dos usuarios utilizando un lector óptico que cataloga las huellas dactilares de los dedos de los pies. La Super Power Platform Scale es capaz de controlar tu peso y analizar la masa corporal del cuerpo en ajuste centesimal. Para este seguimiento puedes seleccionar entre tres unidades de peso, a saber: kilogramos, libras o arrobas, todo ello con una sólo finalidad: Determinar que relación porcentual existe en tu organismo entre la grasa aglotermolítica y el agua retrogastreada. Pero no queda aquí la cosa. Te recuerdo que la Super Power Platform Scale hace estos cálculos con sólo pulsar un botón y en menos de un minuto puedes ver los resultados en su pantalla LCD o, a través un puerto inalámbrico, visualizarlos en el monitor del ordenador. Además, puedes amenizar tan corta espera escuchando las melodías relajantes de Mister Gary Strong Face que los distribuidores de la Super Power Platform Scale te regalan durante este mes como oferta especial.
— …
— No me mires con esos ojos. Lo que pasa es que no sé como configurarla. ¿Me podrías ayudar?
— …
— Venga. No te hagas de rogar — me besó. — Toma las instrucciones y me avisas cuando la tengas lista. Mientras, voy a preparar un cafelito con un Xuxo de chocolate para el rey de mi Super Power Platform Scale.
— …
Me sobrepuse al discurso publicitario a duras penas y me dispuse a seguir al pie de la letra las instrucciones en castellano para configurar aquella maravilla tecnológica. Tras colocar la fecha, la hora y la edad de nacimiento de los dos probables usuarios de la Super Power Platform Scale. Me descalcé y ascendí hasta su superficie rugosa como quien va a Lourdes en busca de un milagro. Pulsé el botón START con el dedo gordo del pie derecho. Cuatro guiones digitales parpadearon durante el minuto más largo de mi vida ¿Cuál sería la proporción entre la grasa aglotermolítica y el agua retrogastreada de mi cuerpazo serrano? Un mensaje escrito empezó a correr por el display de derecha a izquierda: “Super Power Platform Scale tiene el placer de informarle que en breves fechas aparecerá en el mercado la nueva báscula para baño Super More Power Scale Plus *** Su masa corporal esta compuesta por un 0% de ingenio literario y un 100% de mediocridad intelectual y poética ***”
Quedé arrumbado sobre las baldosas frías del minúsculo baño y allí permanecí macerando el miedo brutal que me impide mancillar las teclas del ordenador con mi insuficiencia creativa.

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