La curvatura de la córnea

22 agosto 2006

Trayecto

Trescientos kilómetros de garganta seca y silencio. Un silencio cobarde. Trescientos kilómetros de remordimiento y miedo. Miedo a no se sabe que coño. Trescientos kilómetros de Vía Crucis agnóstico y corona de espinas. Espinas virtuales de bitácora, espinas de mierda, putas espinas de mentira, de falso sufrir. Los cobardes no sufrimos, tal vez sólo sea el placer de la falsa desgracia. Toda mi falsa desgracia por un minuto de gloria.

Fotografía de Alberto Monteiro

6 Comments:

At 23 agosto, 2006 16:05, Blogger Gubia said...

Al escribir esto demuestras que eres menos cobarde de los que piensas...

 
At 23 agosto, 2006 16:55, Anonymous Anónimo said...

Jo, Javier, pasas de beodo tombé a aguerrido amante (bueno, Demetrio) a poeta enamorado y a falso penitente, todo en el transcurso de poco más de una semana..... eres absolutamente camaleónico, literariamente hablando, también en la vida real?

 
At 23 agosto, 2006 23:24, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Gubia.
Creo que el pensamiento debe ir a su aire, no tiene que responder a estímulos que sólo accionan mecanismos humanos. Seamos lo que seamos, nuestro pensamiento no tiene porque reflejar esa imágen.
Es libre de hacer y pensar lo que quiera así me gusta.
Gracias por tu visita.

 
At 23 agosto, 2006 23:30, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Clarisa.
jajaja, beodo tombé es un gran concepto.
Aguerrido amante, creo que todos soñamos con eso, aunque el que no haya sufrido una experiencia similar a la de Demetrio, que tire la primera piedra.
Poeta enamorado, de los segundo no hay duda, de lo primero, ay de lo primero te recomiendo mi siguiente post títulado "Fabricando un soneto"
Falso penitente. Esto es lo peor, la falsedad.
Gracias Clarisa, si un adjetivo me gusta es camaleónico, al menos si de literatura hablamos. ¿En la vida real? ahí no queda más remedio que serlo.

 
At 24 agosto, 2006 10:19, Blogger gaia56 said...

Mis peores momentos son cuando los trescientos kilómetros los circulo hacia mi interior y entonces me atasca el estómago, la garganta no sirve de aliviadero.. y lo importante es sobrevir, no la gloria...
Es bien cierto que el pensamiento es libre y a mí es lo que me produce visualizar la imagen de esa flecha avanzando hacia mi interior.

 
At 25 agosto, 2006 23:25, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Gaia56.
El viaje interior es toda una aventura llena de sorpresar, hay que tener mucho valor para iniciarlo.
¡¡¡Claro que lo importante es sobrevevir!!!
Yo no cambio la vida, ni siquiera sobrevivir, yo cambio las falas desgracias por un minuto de gloria, si es posible televisado y, en el peor de los casos, en una mesa camilla de alcahuetas/os de tomo y lomo.ç
Feliz viaje y gracias por tu aportación, mi Carmen lisboeta

 

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